Diez signos de alarma de un niño que podría tener desnutrición aguda

Las alertas más frecuentes y relevantes son: Falta de apetito, falta de crecimiento, inflamación de piernas, abdomen abultado, delgadez extrema, irritabilidad, la piel se ve seca, descamativa, agrietada y en los niños más pequeños pañalitis a repetición, cambios del color y textura del cabello.  

La alimentación nutritiva favorece el crecimiento sano de los niños. No obstante, en situaciones donde la pobreza extrema o las condiciones precarias son el diario vivir dificulta que las familias puedan llevar una alimentación adecuada afectando aún más a los pequeños. Según la UNICEF, la desnutrición es la consecuencia de varios factores: la ingesta insuficiente de alimentos, la falta de una atención adecuada y la aparición de enfermedades infecciosas. Pero, además, hay otras causas indirectas como la falta de cocimiento en una adecuada alimentación, la negligencia, pobreza, la desigualdad o la escasa educación de los padres, tutores legales y/o cuidadores.

Además del acompañamiento del sistema de salud del país, para identificar casos de desnutrición y anemia en menores de cinco años, Sandra Liliana Cuervo, líder de Programa de Desnutrición Infantil de EPS Famisanar, brinda diez señales de alerta que pueden identificar la deficiencia de nutrientes en los más pequeños.

“Identificar signos y síntomas como disminución del apetito, falta de crecimiento, inflamación de piernas, delgadez extrema, irritabilidad, cambios en la piel como grietas, pañalitis a repetición o que esté muy seca, cambios del color del cabello, falta de energía, abdomen abultado, períodos de sueño prolongados, infecciones respiratorias o gastrointestinales a repetición, es a lo que debemos estar alerta”, dice.

Por otra parte, la desnutrición se puede prevenir desde los primeros meses de vida a través de la lactancia materna; continuar con esta forma de alimentación la mayor cantidad de tiempo posible, favorecerá que los niños y niñas cuenten con los nutrientes necesarios en sus primeros años.

La experta agrega que “en caso de presentar alguno de estos signos de alarma, es necesario que los padres y/o cuidadores de los niños se dirijan al servicio de urgencias pediátricas y/o consultas prioritarias donde definirán manejo. También, es necesario asistir periódicamente a las consultas de valoración integral para detectar alteraciones tempranas, y si el bebé es menor de seis meses, exija la consulta exclusiva de lactancia materna; en el caso de ya estar diagnosticado con bajo peso (riesgo o desnutrición) debe hacer el tratamiento completo y asistir a todas las citas de control y dar el suplemento nutricional sugerido por el profesional de salud”.

Controles para recuperar el peso del bebé o niño

Existe un protocolo de vigilancia y seguimiento para revisar periódicamente el aumento del peso del bebé. Si es diagnosticado con desnutrición hay que acudir a la IPS primaria más cercana a controles de peso cada 8, 15, 30 y 60 días hasta lograr la recuperación nutricional, en estas consultas el profesional dará manejo integral para evitar el riesgo de secuelas a largo plazo incluyendo la muerte del niño. Estas citas no tienen costo.

Por último, se recomienda mantener una nutrición saludable a base de verduras, vegetales, frutas, proteínas, agua potable son más benéficos que cuando se le ofrece a los más pequeños dulces, gaseosas, jugos artificiales, esto evitará problemas de salud a largo plazo.

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